¿Consiste el Arte en una arbitrariedad determinada sólo por la inspiración del artista? ¿Tiene, en cambio, el desarrollo de la Ciencia un camino predeterminado e inevitable? ¿Cuánto de azar y de necesidad hay en el avance del conocimiento? ¿Cómo influye el contexto en la creatividad del artista o del científico?
He escuchado decir a intelectuales, científicos, artistas, gente a la que respeto (y gente a la que no) que las obras de arte constituyen una arbitrariedad, una singularidad determinada sólo por el artista, mientras que las teorías científicas están determinadas por el contexto y son por lo tanto necesarias e inevitables. Estas personas suelen decir que
Las Damiselas de Avignon no hubiese existido sin Picasso pero la Teoría de la Relatividad sí hubiese surgido sin Einstein.
Creo que hay en esta afirmación cierta ingenuidad respecto a qué representa el arte y acerca de cómo funciona la ciencia. Este tipo de afirmaciones perpetúa además ciertos estereotipos epistemológicos tales como la genialidad del artista o la linealidad del progreso científico. En el primer caso se prescinde del contexto mientras que en el segundo se prescinde de la persona. Los científicos suelen utilizar este argumento para resaltar la objetividad y la inevitabilidad del progreso científico mientras que los artistas la suelen utilizar para enaltecer la figura del genio. Ambos se equivocan; ni la ciencia es tan objetiva como solemos creer ni el arte tan subjetivo ni tan dependiente de la genialidad del artista como se suele decir.
La afirmación anterior es, efectivamente, cierta, pero está formulada de manera engañosa, o al menos errónea. El error consiste en confundir un objeto artístico con lo que ese objeto representa; en no comprender que una obra de arte está reflejando un concepto, una visión del mundo; de manera análoga a como lo hace una teoría científica. Lo importante no es el objeto en sí, sino lo que ese objeto representa. Que pasaría si alguien dijese
El artículo «Sobre la electrodinámica de los cuerpos en movimiento» no hubiese existido sin Einstein pero el Cubismo sí sin Picasso.
Esta frase también es cierta, pero casi nadie pensaría que la ausencia del artículo de Einstein nos privaría de la Teoría de la Relatividad. De no haber existido Einstein, tarde o temprano alguien se habría topado con los conceptos que engloba la Teoría de la Relatividad y hubiera publicado los resultados. Probablemente el artículo no se habría redactado en alemán y el planteo y las ecuaciones habrían sido otros; pero los conceptos fundamentales de la Relatividad, que ya estaban en el aire a principios del Siglo XX, hubieran sido los mismos. Lo importante de la Teoría de la Relatividad no es que el artículo original hubiese sido escrito en alemán, ni en qué journal fue publicado ni cómo se expresaban los resultados; lo fundamental de esta teoría es que presentaba una nueva visión del mundo compatible con las nuevas evidencias experimentales. Exactamente lo mismo ocurre con Las Damiselas de Avignon; lo importante no es el cuadro en sí, sino lo que el cuadro representa. De no haber existido Picasso, seguramente nadie habría pintado este cuadro pero sí hubiese existido el Cubismo, sí hubiese cambiado radicalmente la manera de representar el mundo porque esas nuevas ideas acerca de la representación también estaban en el aire a principios del Siglo XX.
Artistas, científicos, todos en general, vivimos y desarrollamos nuestras ideas en un determinado contexto histórico, social, económico y religioso que condiciona nuestra manera de mirar el mundo. Nadie puede escapar a este contexto completamente; aunque sí es cierto (y razonable) que los grandes cambios de paradigma han surgido siempre de personas que se encontraban en la periferia, en los márgenes de ese contexto. El contexto determina entonces cuándo un paradigma está agotado; mientras que el artista o el científico determinan cómo es posible realizar ese cambio.
Creer que Las Damiselas de Avignon es producto del capricho (o la genialidad) de Picasso; creer que Picasso se despertó una mañana con una terrible resaca después de una noche de juerga y entonces se puso a pintar el cuadro, es al menos bastante inocente, por no decir una tremenda estupidez. Lo mismo puede decirse si alguien cree que Einstein sólo se dedico a completar unos pocos cálculos que sus colegas anteriores no habían sido capaces de terminar. Ambos, Einstein y Picasso, han dado un gran salto en la manera de entender el mundo; pero un gran salto sólo puede darse desde algún sitio. La Relatividad y el Cubismo no representan ni pura necesidad ni pura arbitrariedad, sino que representan la respuesta de dos personas audaces a un determinado contexto histórico. Los grandes avances en el arte y en la ciencia se nutren tanto del azar como de la necesidad.
«Relatividad y Cubismo representan la respuesta de dos personas audaces a un determinado contexto histórico». Conclusión muy sugerente. Me ha hecho plantearme (al relacionarlo con otras de tus entradas) si quizá actualmente se esté gestando un nuevo cambio de paradigma, y existan las personas suficientemente audaces como para ponerlo sacarlo a la luz. Este blog es otra forma de comunicar, transmitir y/o recibir información, y generar conocimiento, quizá del tipo sutil, intangible e indirecto que mencionaste en la entrada anterior. Me está gustando realmente el blog. Muchas gracias por escribirlo.
Gracias a ti, NJ, por leerlo con tanta atención y por tus reflexiones. Un abrazo, G/
Si lo he entendido bien estoy completamente de acuerdo con el contenido. Pero me ha dejado un mal sabor de boca. Me explico.
¡Sí!, la ciencia también es genialidad. ¡Sí!, el arte está condicionado por el contexto. ¡Sí!, ambas son una respuesta al contexto histórico. Pero ¿no sería importante decir que esa respuesta es totalmente distinta en ambos casos?
La respuesta científica (aunque tenga puntos de subjetividad) será válida para toda la comunidad científica porque es acorde con los experimentos. Su respuesta no es discutible hasta que no se presenten nuevos experimentos que la rebatan.
La respuesta artística (aunque tenga puntos de objetividad) será válida solo para aquellas personas que sientan “belleza” al contemplar esa obra.
Es bonito hablar de las coincidencias de una y de otra pero, creo que nunca se debe de perder de vista que son totalmente distintas.
Yo veo las teorías científicas como obras de arte, nadie puede quitarme ese sentimiento. Yo no puedo imponer a nadie que vea las teorías científicas como obras de arte (no siente la “belleza” de los experimentos que la generaron, no sienten la genialidad de los diseñadores… ellos se lo pierden). Y no es una cuestión de formación, tú puedes formarte en Cubismo pero que no te guste y punto, y por lo tanto esa obra de arte no te ofrecerá una respuesta satisfactoria.
Pero la respuesta científica siempre es satisfactoria, puede no ser intuitiva, puede no gustarte, puede incomodarte… pero es la respuesta acorde con los experimentos y te la tienes que tragar como respuesta válida hasta que se encuentren experimentos que la cambien.
Seguro que hay incorrecciones en lo redactado. La verdad, no sé muy bien lo que es arte. Repito, “Si lo he entendido bien estoy de acuerdo con el post” pero a mí me gusta resaltar que las respuestas alcanzadas cubren aspectos totalmente distintos: el arte es para satisfacción propia y la ciencia es para satisfacción de los experimentos realizados hasta ese momento.
Un saludo
Nota: Normalmente no entraría a discutir ya que me ha gustado, pero creo que mucha gente no sabe que “La ciencia ofrece siempre respuestas acordes con los experimentos realizados hasta ese momento”. Creo firmemente que las pseudociencias están ganando muchos adeptos por el desconocimiento del método científico en general, y de las características de las teorías en particular.
La ciencia y el arte son similares en sus objetivos (la comprensión del mundo) y diferentes en sus metodologías. El método científico nos proporciona una manera de verificar hipótesis; y dentro de ese contexto es posible determinar si cierta hipótesis es verdadera o falsa. En lo que respecta al arte, me parece fundamental no confundir la obra en sí con el concepto que ésta encierra. El propósito del arte no es la belleza sino la mirada; una mirada que nos permita ver el mundo de otra manera. Creo que hay que valorar el arte por la nueva mirada que nos propone más que por la belleza de sus obras. Gracias por tu comentario. Un abrazo, G/
Es cierto, no hay que confundir a las obra en sí con el concepto que encierran. También es cierto que el propósito del arte no es la belleza, error mío. Debería de haber dicho que el propósito es generar sentimientos (alucinación, perplejidad, asombro, punto de vista…).
La verdad es que sigo sin comprender muy bien, qué es arte y qué no lo es. Bueno, si lo entendería si fuera algo subjetivo, lo entendería si pudiera decir que «es una mirada que provoca en mí sentimientos diversos».
Pero si esta definición fuera cierta no entiendo como a algunas cosas se les llama arte, porque aunque haga un esfuerzo intelectual por comprenderlas, lo único que generan en mí es pasotismo (no las busco pues no me interesan).
No te robo más tiempo, decirte solamente que entré en tú blog (de lo cual me alegro, porque cuando busque información de la relación arte/ciencia ya tengo un sitio donde mirar) después de leer un tweet de @Ununcuadio. Hace un par de semanas estuvimos debatiendo algunas personas sobre este tema en un blog de debate, ¡y todavía sigue coleando el tema!
Juan C. (@2qblog)
El tema es realmente apasionante y da para largos debates. Ya tendremos oportunidad de continuar intercambiando opiniones en próximos posts. Me alegro que te guste el blog. Un abrazo, G/
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Muy interesante y buenos argumentos, Sobretodo con claridad, muy didactico y explicativo. Muchas gracias por explicarnos con simplicidad y sin palabras rebuscadas. Sin embargo tal como es lo lindo de la discusion en cualquier asunto, yo creo, dentro de mi simplicidad, que aunque parezca mentira, es mas facil que otro cientififico hubiese formulado la teoria de la relatividad dentro de esa coyuntura historica, a que otro artista crease por ejemplo Hey Jude de Paul Mc Cartney, Podria componerse algo parecido dentro de una corriente musical historica, pero no esa cancion tal cual. Es cierto que podemos decir que todas las melodias del mundo estan escritas en el universo y que alguien tiene solamente que capturarlas por medio de combinaciones de notas, como si fueran formulas fisicas o quimicas. Sin embargo, mi parecer como dije al inicio, es que es mas facil que aparezca otro Einstein dentro de su epoca y descubra la teoria, a que aparezca otro artista que haga Hey Jude o la novena sinfonia de Beethoven. En ese sentido, volvemos al plantamiento inicial, que dice que algo parecido no es lo que es. Una formula es exacta y quien sea que la descubra tiene que hacerla exacta. Alguien que pinte o componga algo parecido no esta pintando o componiendo la misma obra. Coincido con que son respuestas tanto en el artista como en el cientifico dentro de una mezcla del momento historico con la necesidad y el azar. Pero doy al artista un bonus de único en su respuesta cuanto más genial sea la captacion del universo que realiza. Un abrazo y perdon si estoy hablando piedras.