Epistemología

Todo efecto está precedido por una causa… ¿o no?

Fotograma de Match Point (Woody Allen - 2005).

Estamos acostumbrados a establecer una causa o un origen para cada acontecimiento. Esa es la manera de pensar del mono occidental: todo efecto está precedido por una causa; todo suceso tiene un origen. Pero la realidad es mucho más compleja, y lo sabemos; y aun así preferimos no saberlo todo a cambio de comprender algo, aunque sea mínimo; una especie de revancha de Fausto. La gran tribu occidental tiene una obsesión por el control; cree ingenuamente que puede escapar del azar porque se ha acostumbrado a que cada efecto está determinado por una única causa. Y cree que controlando está única causa controla los efectos. Para asegurar esta ilusión de control el mono occidental dispone de dos estrategias: 1) simplificar el problema lo suficiente hasta que efectivamente haya una única causa; o 2) quedarse con la causa más obvia como responsable del efecto observado.

Del primer caso se encarga la ciencia. Aunque comprendamos la estructura del ADN, el bosón de Higgs o el origen del universo, aunque nuestro conocimiento del mundo sea mucho mayor de lo que jamás hubiéramos soñado, aunque realmente no lo parezca, la ciencia se dedica a resolver problemas simples. Todos los logros y todas las limitaciones de la ciencia provienen de la elección de la estrategia utilizada: simplificar los problemas hasta que puedan plantearse en términos de una causa y un efecto mediados por algún tipo de interacción (de a pares). Del segundo caso se encarga la justicia. Ante una situación compleja, como lo son todas las relacionadas con el comportamiento humano, se limita a quedarse con la causa más inminente o más directamente relacionada con el suceso; aunque en general, las verdaderas causas, si existen, suelen ubicarse lejos del hecho; suelen ser inaccesibles a la justicia. La película El curioso caso de Benjamin Button contiene una escena memorable que narra una cantidad de hechos completamente fortuitos que desembocan en el accidente que lesiona gravemente a Daisy Fuller. Esta escena muestra de manera magistral cuan expuestos estamos a los azares que lo rigen todo. ¿Existe una causa del accidente? ¿Quién o qué es el responsable de lo ocurrido? ¿Existe alguna manera de determinarlo?

La justicia se inclinaría por acusar al taxista de falta de atención al volante, a Daisy de cruzar la calle imprudentemente o simplemente aludiría a la fatalidad, y lo declararía un lamentable accidente. Está claro que la cadena de hechos que determina el accidente es virtualmente inaccesible para la justicia. Pero al margen de lo que ésta pueda o no determinar, la realidad es sumamente compleja y estamos expuestos a los caprichos del azar de maneras que desconocemos y no podemos controlar. Si lo piensas detenidamente, los momentos más importantes de tu vida han estado siempre decididos por el azar: cómo conociste a tu pareja, cómo conseguiste trabajo (o cómo lo perdiste), cómo has conocido (y perdido) a tus amigos, las consecuencias de haber cogido (o perdido) aquel autobús, las elucubraciones de un fulano al otro lado del mundo que decide poner una bomba a la vuelta de tu casa y mata a la madre de tu vecino, la vez que saliste a por pan y como la panadería de tu calle estaba cerrada por duelo porque había muerto el hermano del dueño tuviste que ir a la que está dos calles más allá y entonces te pusiste a charlar con aquel chico que había bajado a por el periódico porque se había quedado sin internet en su casa, o aquella vez que navegando por la web, haciendo clic aquí y allá, leyendo cosas al azar te cruzaste con un post acerca de cómo el azar controla nuestras vidas escrito por un físico (medio escritor) que se pregunta por un montón de cosas raras y que no colgó este post antes porque estaba ocupado escribiendo una obra de teatro y entonces alquiló una película llamada El curioso caso de Benjamin Button donde vio una escena memorable que le disparó la idea de escribir un post que pensó que nadie leería hasta el final y sin embargo aquí estás, leyendo hasta la última palabra.

¡Así es la vida!


 

6 comments on “Todo efecto está precedido por una causa… ¿o no?

  1. 😀 Fantástica entrada. Menudo vuelco me ha dado el corazón (o la mente) leyéndolo. Es como tú bien dices, debido a esa ilusión (u obsesión, no sé ya) de control que tenemos. Saludos

  2. Muy bueno!!!

  3. valentinaustria77

    Estimado GUSTAVO, en un repaso de mi buzón informativo de LinkedIn he ‘tropezado’ – y lo siento…tan tarde – con tu artículo ref. causa-efecto.
    1) Bravo –
    2) ad tus “diversos proyectos de integración entre Ciencia, Arte y Humanismo”:
    Intento desde años (en mi retiro) con literatura (y debates virtuales y reales)-de DIVERSA índole (!)- acercarme al fenómeno SUICIDIO en (casi) todos sus aspectos – y – NO – solamente desde el enfoque psiquiátrico – como discuto tanto con los profesionales de la psiquiatría. Y como se confunde ahí CAUSA-EFECTO!!!
    En este contexto me INTERESA MUCHO si en tus trabajos pluri-disciplinares has tocado también el tema de suicidio. Como supongo que NO, creo que podemos iniciar un diálogo referente un tema tan ‘humano’ pero ‘silenciado’.
    Exactamente hoy día – con el ‘principal’ interés político – se confunde sensacionalismo de Medios de Comunicación con información responsable sobre causa-efecto de CRISIS económico y acto suicida – en vez de una información responsable sobre los múltiples orígenes del enlace fatal…

    Espero una confirmación – por lo menos de este comentario – GRACIAS
    valentinaustria@gmail.com

  4. Me encantó tu entrada, y de hecho la encontré buscando la escena de la película. Gracias por el aporte. Leído hasta la ultima línea

  5. Genial pero no todo es azar también decides muchas cosas, las situaciones se te presentan «por azar» como bien dices pero decides hacer esto o aquello, decides hacerle caso a ese muchacho, decides ir a comprar pan o regresar a casa diciendo de que no hay, etc… y son las decisiones las que van dando sentido a nuestra vida 🙂

    • Estamos de acuerdo, Elías; pero recuerda que no siempre puedes decidir (por ejemplo si te echan del trabajo, te cancelan un vuelo, etc.) y que cuando puedes decidir (casi) siempre es entre opciones que se te presentan por azar. La decisión está muchas veces presentes, pero el azar está (casi) siempre allí. Un abrazo, G/

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