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Salto en alto

El caso de Dick Fosbury es un excelente ejemplo de cómo las cosas pueden salir bien cuando se hace lo contrario de lo que se espera. En general tendemos a pensar que haciendo las cosas un poco mejor de como se vienen haciendo mejorarán un poco los resultados… y en general es cierto. Mejorarán un poco. El problema es que en algunos casos ese poco es demasiado poco. Si realmente queremos ir mucho más lejos, en algunos casos puede resultar útil hacer las cosas completamente al revés de como las hace todo el mundo. Hasta los juegos olímpicos de 1968, la técnica de salto en alto consistía en saltar por encima del listón o bien de frente o bien con el cuerpo paralelo al mismo.

Dick Fosbury tenía dificultades para realizar el salto en alto utilizando estas técnicas. De hecho, ni siquiera lograba en muchas ocasiones saltar la altura mínima de 1,52m que se exigía para calificar en el High School. A los 16 años comenzó a practicar una nueva técnica de salto, que no tenía nada que ver con las que se utilizaban entonces. La nueva técnica consistía en correr hacia el listón en dirección transversal y siguiendo una trayectoria curva, para una vez ante el listón saltar de espaldas al mismo y con el brazo más próximo extendido. Esta forma resulta más efectiva desde un punto de vista biomecánico, ya que permite dejar menos espacio entre el centro de gravedad del saltador y el listón a superar, con lo que se gana altura [1]. Demás está decir que esta exótica técnica sorprendió a todo el mundo y que nadie daba dos duros por él. Sin embargo, en 1968 Dick Fosbury, utilizando su nueva técnica, ganó el título universitario en Estados Unidos, clasificó para los Juegos Olímpicos de México 1968 y ganó la medalla de oro estableciendo un nuevo récord olímpico (y récord mundial del año) de 2,24m.

Hoy en día todos los saltadores de altura de élite emplean el Fosbury Flop, y su mayor eficacia esta totalmente demostrada. En el año 1984 hizo unas declaraciones donde decía

… la popularidad actual de mi estilo es un premio maravilloso a cuanto tuve que aguantar al principio con un estilo que no gustaba a nadie. El salto de espaldas ya lo practicaba en el instituto y todos se reían de mí, considerándome un chiflado y algunos como un snob por salirme de las normas conocidas. Hasta que gané en México 1968 pasando a la categoría de héroe.

Probablemente Dick Fosbury no era el saltador más dotado de su época, pero gracias a su gran innovación consiguió ser campeón olímpico y cambió para siempre la forma de entender el salto de altura.

Los métodos o las técnicas (de salto en alto o de cualquier otra cosa) suelen ser útiles durante un cierto período de tiempo hasta que alcanzan un grado de saturación. Es entonces cuando las soluciones tradicionales, las que plantean más de lo mismo, ya no sirven. Es entonces cuando hay que dar el salto; cuando hay que animarse a pensar y a hacer de maneras diferentes, extrañas… y que a veces pueden parecer ridículas. Superar el miedo al ridículo, a lo diferente, a lo extraño es lo que puede llevarnos más lejos.

[1] Fuente Wikipedia.


 

2 comments on “Salto en alto

  1. A propósito de hacer las cosas «al revés», en pintura hay una técnica para aprender a pintar que es darle la vuelta al modelo y pintarlo boca abajo, del revés. La idea es que al conseguir abstraerte de la forma concreta puedes concentrarte y focalizar la mano en seguir el trazo de la línea sin que tenga un sentido.

    Sirve para salir del «atasco» creativo a la hora de copiar en pintura.

    Buena entrada.

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