Es curioso como la nada (en cualquiera de sus pintorescas variantes) ha jugado casi siempre un papel central en nuestra concepción y nuestra mirada del mundo. La nada, disfrazada de cero, de vacío o de no-ser, ha constituido a lo largo de la historia (por alusión o por incapacidad para pensarla) el centro de todos nuestros logros y nuestros fracasos. Nos cuenta Emmánuel Lizcano en su magnífico libro Metáforas que nos piensan, que «… en la obra de Euclides, que pasaría a la historia como el canon de lo que son legítimamente matemáticas, precipitan todos los miedos, valores y creencias característicos de la Grecia clásica. Su aversión inconsciente al vacío, al no-ser, se condensó, por ejemplo, en su incapacidad para construir nada que se parezca al concepto de cero o de números negativos. ¿Algo que sea nada? Más aún, ¿algo que sea menos que nada? ¡Imposible! ¡Eso es absurdo, a-topon, no ha lugar!, dictaminaba olímpicamente el imaginario griego. Pero también, ese mismo imaginario que ponía fronteras a lo pensable, alumbraba nuevos y fecundos modos de pensamiento. Así, del gusto griego por la discusión pública en el ágora emergieron originales métodos de demostración en geometría, como la llamada demostración por reducción al absurdo, que hoy ha conseguido enmascarar ése su origen político. Fue necesario que se agrietara la coraza de esa especie de super-yo colectivo que es el imaginario de la época clásica, y que afloraran, entremezclados y caóticos, los imaginarios de las civilizaciones circundantes, para que, entre las grietas del rigor perdido, asomaran los brotes de nuevas maneras de imaginar el mundo y, en consecuencia, también de hacer matemáticas. De esa polifonía bulliciosa de imaginarios en fusión pudo Diofanto extraer operaciones numéricas hasta entonces prohibidas y tender puentes entre géneros como la aritmética y la geometría, cuya mezcla era tabú hasta ese momento.»
Pero, ¿qué imaginario fue necesario para poder concebir el cero? O más importante aun, ¿en qué consiste el imaginario de una época? Seguiremos hablando del tema porque: ¡Nada es tan importante!
PD: Estaba buscando una imagen para agregar al post, pero se me complicó buscar una imagen de Nada. Además, poner una imagen hubiese sido perpetuar el horror vacui.
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