¿Tienen algo que decirse el Arte, la Literatura y la Ciencia? ¿Pueden aprender algo uno del otro? ¿Pueden trabajar juntos? Iniciamos aquí una serie de posts que tratarán las diferentes y sutiles relaciones entre Arte, Literatura y Ciencia.

La ciencia, el arte y la literatura comparten una pasión común por el conocimiento, por tratar de comprender el mundo; comparten también esa curiosidad innata del ser humano y ese instinto de superación. Sus metodologías, en cambio, son diferentes; pero es precisamente en esa diferencia donde radica la potencialidad que supone la hibridación transdisciplinar. El arte y la literatura tienen una visión holística del mundo; la ciencia, en cambio, es más reduccionista. ¿Es mejor el holismo o el reduccionismo? Debemos superar esta dualidad e integrar ambas visiones en un marco epistemológico más amplio y abierto porque los tiempos han cambiado, los problemas se han vuelto más complejos y las formas de conocimiento deben adaptarse a ellos.

Si queremos comprender algo acerca de reacciones químicas, electrodinámica o  partículas elementales, es probable que la ciencia nos proporcione respuestas más certeras y útiles que la literatura o el arte. Sin embargo, cuando queremos comprender algo acerca de los sentimientos o las emociones, es probable que el arte y la literatura constituyan vías de exploración más plausibles. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando pretendemos explorar la consciencia, la percepción, el sueño, el inconsciente, la memoria, la intuición? Es muy probable que ninguna de las dos vías antes mencionadas pueda decir (por sí sola) nada demasiado fundamental acerca de estos problemas. Éstos (y otros) problemas, reunidos bajo la etiqueta de «la condición humana» en el arte y la literatura, o la de «neurociencias» en el ámbito de la investigación científica, son suficientemente complejos como para resistir un abordaje unidisciplinar y sólo podrán ser comprendidos mediante la hibridación y el tratamiento transdisciplinar.

Existen muchos ejemplos acerca de cómo ciertas ideas científicas han sido abordadas desde el arte o la literatura antes de ser desarrollados por la ciencia. Por otra parte, también son innumerables los ejemplos de influencia de la ciencia en el arte o la literatura de cada época. No creo que tenga sentido plantearse si es la ciencia o el arte quien dirige el avance del conocimiento. Creo que debemos superar esa dicotomía absurda y anacrónica y comprender que más allá de las influencias recíprocas, que las hay, existen conceptos más profundos y fundamentales que se manifiestan de manera diferente (y muchas veces de manera simultánea) tanto en el arte como en la ciencia. Esos conceptos son precisamente los que constituyen el paradigma cultural de cada época.


En el próximo post (Expresionismo Fractal) volveremos con más ejemplos acerca de las relaciones entre Arte, Literatura y Ciencia.


 

2 comments on “Arte, Literatura y Ciencia

  1. Pingback: Expresionismo Fractal « Gustavo Ariel Schwartz

  2. Gracias por la participación en el Carnaval. ¡Gran tema! La universalidad de la Literatura y el Arte en general tiene la ventaja de que, en ocasiones, puede adelantarse a la ciencia o, mejor, atisbar cosas que ella no hubiera visto. La creatividad, en estos casos, aparece como un vínculo perfecto entre ciencias y letras.
    En realidad, todo este blog es una estupenda ocasión para seguir reflexionando sobre estos temas.
    ¡Un saludo!

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